YOU CAN'T CONTROL EVERYTHING
“Letting
go doesn’t mean giving up, but rather accepting that there are things that
cannot be controlled”
Today,
while driving along on my merry way to an important appointment, traffic came
to a sudden halt. I looked to the horizon and in a matter of seconds I came to
the realization that I wasn’t going to make it. Within an instant, I felt a
familiar heart pounding and burning sensation…simply put: Anxiety! I was stuck.
I couldn’t even get to an exit because traffic was at a standstill. And after
about 30 minutes of not moving, I realized that I had no control over this
situation. I just had to “let it go” and allow for things to occur as they were
meant to. Before this epiphany, I was filled with doubt and worry. Would this
last all day? Worries filled my head.
Unbeknownst
to many, the inability to tolerate uncertainty plays a huge role in anxiety and
worry. Many of us think we need to know with 100% certainty what the future holds
as a way to prevent surprises and control the outcome. However, there is one
problem: It doesn’t work! Imagining all the ways that something can go wrong
doesn’t make our lives any more predictable. Maybe worrying makes us feel
safer, but that’s just an illusion. The only thing it WILL do is keep us from
enjoying the present.
Letting
go or “going with the flow”, is not something we are typically taught. Instead,
we are constantly told to “keep it together” and “hold on for dear life”. When
we hold on too tight for fear of losing control, we only feel frustrated and
tense. There are many things that we have control over; the obvious things like
whom we choose to be friends with, what kind of car we drive, who we marry,
etc. Conversely, there are many circumstances that we can’t control. There, the
only control we do have is how we react or respond in those particular
instances.
There’s
a rule that you should follow: Can you control it? Can you change it? If you
can’t answer yes, then learn to let go. Life events come into our lives to
teach us something, sometimes we are just meant to be where we are meant to be.
It’s like fighting a riptide. We have always been taught to swim with the tide,
not against it. If you fight it, you will most likely end up exhausted, angry,
and physically ill. This applies to life as well. The key is to enjoy the ride.
It’s also human nature to hold on tight to things we fear losing…even negative
relationships and unfulfilling jobs, because we’re afraid nothing better will
come along. This “grip” definitely needs to be loosened. Look around that
corner, you may find something good or even great that’s been hiding there all
along!
All
in all, letting go does not mean becoming passive or accepting mediocrity. It
just means that you acknowledge that twists and turns are inevitable and that
many things are beyond our control. It’s about trusting whatever happens in
your life because every event is an amazing opportunity to learn, grow, and to
ultimately choose happiness. Free yourself from trying to control that which is
beyond your control. Let it go and let your life happen!
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NO PUEDES CONTROLARLO TODO
Dejar que las cosas
pasen no significa que te rindes, al contrario, significa que aceptas que hay
cosas que no se pueden controlar.
Me encontraba
manejando alegremente en camino a una cita importante, cuando de repente, el
flujo del tráfico se detuvo. Miré hacia el horizonte y en cuestión de segundos,
me di cuenta que no llegaría a mi cita. En un solo instante sentí que el
corazón se me salía del pecho; ardía intensamente… simplemente dicho: Era ansiedad!
Ni siquiera podía salir de la autopista porque el tráfico estaba paralizado. Y
después de más o menos 30 minutos de no movernos, caí en cuenta que no tenía
control sobre esa situación. Solo debía “dejarme llevar” y permitir que las
cosas se dieran de la manera que fueron destinadas a serlo. Antes de ésta epifanía,
estaba llena de duda y preocupación. ¿Duraría esto todo el día? Preocupaciones
llenaron mi cabeza.
Muchos son ajenos al
hecho de que la inhabilidad de tolerar la incertidumbre juega un papel enorme
en la ansiedad y la preocupación. De la misma manera, muchos pensamos que se necesita
saber con 100% de certeza lo que nos depara el futuro como una manera de
prevenir sorpresas y controlar el desenlace. Pero hay un problema: eso no
trabaja! Imaginarse todas las formas en la cual algo puede salir mal, no hace
nuestra vida más predecible. Tal vez el preocuparnos nos hace sentir más a
salvo o en control, pero eso es solo una ilusión. Lo único que sí hará, es impedir que gocemos
de nuestro presente.
Dejar que las cosas
pasen o “ir con la corriente” no es lo que típicamente se nos enseña. En vez,
se nos inculca constantemente a “mantener la calma” y “aferrarse para salvar la
vida.” Cuando nos aferramos demasiado por temor a perder el control, solo nos
sentimos frustrados y tensos. Hay muchas cosas de las que sí tenemos control; cosas obvias
como las personas que escogemos como amigos, la clase de carro que manejamos o
con quién nos casamos. Por otra parte, hay muchas circunstancias que
simplemente no podemos controlar. En esos casos, el único control que sí tenemos es cómo reaccionamos o
respondemos ante dadas situaciones.
Hay una regla a
seguir: ¿Lo puedes controlar? ¿Lo puedes cambiar? Si no puedes responder sí,
entonces déjalo ir, deja que las cosas sean. Los acontecimientos de la vida llegan
para enseñarnos algo; a veces estamos supuestos a estar donde estamos por algún
motivo. Es como pelear en contra de aguas revueltas. Siempre se nos ha enseñado
a nadar con la corriente, no en contra. Si luchas en contra, es más probable
que termines exhausto, enojado y físicamente enfermo. De la misma manera, esto
se aplica a la vida. La clave está en disfrutar del paseo. También es parte de
la naturaleza humana el aferrarse a las cosas que tememos perder, incluso
relaciones negativas y trabajos en los que no estamos contentos, porque tenemos
miedo de que nada mejor vendrá. Esta “empuñadura” definitivamente se necesita
aflojar. Mira alrededor de esa esquina, puedes encontrar algo bueno o magnifico
que ha estado ahí escondido todo este tiempo!
Finalmente, dejar que
las cosas pasen no quiere decir volverse pasivo o aceptar mediocridad. Simplemente
significa que reconoces que en la vida hay inevitables vueltas y desvíos, y que
muchas cosas están fuera de tu control. Déjalo pasar y deja que tu vida suceda!
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By Susan Korwin
Executive Managing Director / Mireya Posada
Editor in Chief / Cesar Florez
LATINO SHOW MAGAZINE
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