Sitting
at a table while drinking a capuccino in what I guess can be considered his
living room, he invites us over. In relaxed attire, reflective of his affable
and lighthearted personality, Richard
Salgado, or “Big Daddy”, as he is referred to by most, greets us as we sit
and start chatting. We’re introduced to his brother Louis who works with him, Umberto,
the founder and owner of Umberto’s
Pizzeria, venue where this meet took place, and some other members of the
staff whom he considers family. It is also a place he and his brother consider
home, after all, they’ve been going there for almost 40 years. But our
interview doesn’t start until the patriarchal and traditional figure that is Umberto, sits us around a table to share
what was a magnificent gastronomical experience; essence of real and
traditional, Italian cuisine which accompanied every course of that meal; a
feast for all the senses.
A
native of New Hyde Park, Long Island, Richard
was your typical student, a self-described troublemaker, but nothing
unusual of kids his age. He’s one of three brothers, James and Louis and son
to a Peruvian father and Dominican mother. Before graduating, he received a
full football scholarship to attend the University
of Maryland, “which was a big feat for a Spanish kid, especially in an
all-white neighborhood”, shares Richard
with us. And it was here that he was first called “Big Daddy” in spite of the
fact that there were other people bigger than him, so the name stuck and he’s
kept it to this day. A corporate fitness
major, but still uncertain as to what he was going to do after graduation, he
decided to try the insurance business, an advice he received from someone he
went to high school with.
Richard
started Coastal Advisors
LLC, a company that focuses on the professional athlete,
entertainer, and media clientele. And even though they cover different sports,
football comes easy to him because he lived in that world and everybody knows him.
What he likes most about his job, he shared, is getting to meet a lot people
and helping them. Working in the environment that has so much access to
celebrities, I asked him if there was anyone he wished to meet, and he added, “I don’t put a limit on who you want to meet, you just meet
everybody. I think the only people a really want to meet are not alive; JFK, Malcolm X, Abraham Lincoln, those
are people I wish I could have met.”
Totally dedicated to what he does, Richard consider all his clients as
friends and family, leaving very little space for a personal life which he
admits would take a special person to accept his lifestyle. Working close with
his brother, he sees it “like any brother relationship, one minute you’re
feeding each other pizza and the next you want to kill each other, he has his
strengths and have mine and it works hand in hand.”
The Big
Daddy Foundation is one that he started not long ago and has raised money
for LIJ’s Brain Aneurysm Center,
because he’s an aneurysm survivor. Richard
had one in 2008, and thankfully for him and all who know him, the surgery went
well. Last year, he helped raise over a million dollars. This year, he says, “we
got an interesting group of celebrities that are coming. It’s going to be
interesting because once the word gets out on some of them; I don’t know where
I’m going to fit all the people. But it’s all going towards kids. I want to
make a difference and give back.”
Richard has always had the mentality geared towards
helping others, so after his surgery, and the 2 years it took him to get back
on his feet, he said to himself, “hey, you know what? God’s blessed me, I’m
alive and in an arena that I have access to that can really help people.” His future plans include exploring new
business opportunities, but never straying away from making a positive
difference, which is why he’s thinking of a youth football camp that’ll be very
beneficial in Long Island.
Impressing Richard is no easy feat, except when meeting Robert De Niro, and the only other person is ex-professional
football player and now TV celebrity, Michael
Straham, whom he considers his best friend, independent of him being a
client, and someone he has learned from. Richard’s
advice, as he concludes our conversation is: “meet as many people as you can,
and always try to remember who they are.”
RICHARD “BIG DADDY”
SALGADO
Haciendo Una Diferencia Difícil de Ignorar
Sentado en una mesa y tomándose un capuchino en lo que
consideraríamos una sala, él nos invita a acompañarlo. Vestido con un atuendo
relajado que refleja su personalidad sencilla y corazón alegre, Richard Salgado, o “Big Daddy”, como le
dicen muchos, nos saluda al sentarnos y empieza nuestra platica. Nos presenta a
su hermano Louis, quien trabaja con
él, a Umberto, el fundador y dueño de
Umberto’s Pizzería, lugar donde este
encuentro tomó lugar, y a algunos a quienes él considera familia y que allí
trabajan. El lugar que él y su hermano consideran como su casa, después de
todo, ellos han estado visitando ese lugar por casi 40 años. Pero nuestra
entrevista no comienza hasta que Umberto;
la figura patriarca y tradicional nos sienta alrededor de una mesa para compartir
una magnifica experiencia gastronómica; esencia real y tradicional de la cocina
italiana; una fiesta para todos los sentidos.
Oriundo de New
Hyde Park, Long Island, Richard confiesa que fue un estudiante travieso,
pero no más de lo típico en los muchachos de su edad. Es uno de tres hermanos, James, y Louis y de padre peruano y madre dominicana. Antes de graduarse
recibió una beca de fútbol americano para ir a la universidad de Maryland, “fue una gran hazaña para un
muchacho hispano, especialmente en un vecindario totalmente anglo,” nos
comparte Richard. Fue allí donde
heredó el apodo de “Big Daddy,” a pesar de que había otras personas más grandes
que él, se quedó con el nombre hasta el día de hoy. Se especializó en física empresarial, pero sin saber qué
hacer al graduarse, decidió seguir el consejo de un excompañero y tratar el
negocio de los seguros.
Richard fundó Coastal Advisors, LLC, una
compañía que se enfoca en el atleta profesional, el artista y la clientela de
los medios. Y aunque cubren diferentes deportes profesionales, el fútbol
americano se le facilita porque ha vivido en ese mundo y todos lo conocen. Lo
que más le gusta de su trabajo, nos compartió, es el conocer muchas personas y
ayudarlos. Trabajando en un ambiente con tanto acceso a celebridades, le
pregunté si había alguien a quien quería conocer y respondió, “no le pongo límite
a quien quiero conocer, uno simplemente conoce a todo el mundo. Pienso que a
las únicas personas a quienes realmente me hubiese conocer no están vivas; JFK, Malcolm X, Abraham Lincoln, esas
son personas que ojalá hubiera conocido.”
Totalmente dedicado a lo que hace, Richard considera a todos sus clientes
amigos y familia, lo que deja poco espacio para una vida personal al cual
admite que tomaría una persona muy especial que acepte su estilo de vida.
Trabajando cerca de su hermano lo ve como cualquier relación fraterna; “un minuto
nos damos de comer pizza y el otro nos queremos matar, él tiene sus fortalezas
y yo las mías y eso trabaja de la mano.”
La Fundación Big
Daddy comenzó hace poco y ha recaudado dinero para el centro de aneurisma
del hospital Long Island Jewish,
porque él fue sobreviviente de un aneurisma en el 2008, y afortunadamente para él
y quienes los conocemos, la cirugía salió bien. El año pasado ayudó a recaudar más
de un millón de dólares. Este año, él dice, “tenemos un grupo interesante de
celebridades que vienen. Va a ser interesante porque una vez sepan quienes son,
no sé dónde van a caber. Pero todo va hacia los niños, quiero hacer una
diferencia y retribuir.”
Richard siempre ha tenido la mentalidad dirigida a ayudar a los demás, es por
eso que después de su cirugía y de los 2 años que le tomó recuperarse, se dijo
a sí mismo, “oye, ¿sabes qué? Dios me ha bendecido, estoy en un ámbito que me
da acceso a ayudar a las personas.” Sus planes futuros incluyen explorar nuevas
oportunidades de negocio, sin salirse del querer hacer una diferencia positiva,
razón por la cual está pensando en un campamento de fútbol americano para
jóvenes y que será beneficioso en Long
Island.
Richard no es fácil de impresionar, excepto cuando conoció a Robert De Niro, y al el ex jugador de fútbol
americano profesional y ahora celebridad de televisión, Michael Straham, a quien considera su mejor amigo, independientemente
de que sea su cliente, y alguien de quien ha aprendido. El consejo con el que Richard nos deja es: “conoce cuanta
gente puedas, y siempre trata de recordar quienes son ellos.”
By CESAR FLOREZ
CEO / ALVARO ALTAMIRANO
Publisher and Translation Director / CESAR
FLOREZ
Executive Managing Director / MIREYA POSADA
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