Friday, December 7, 2012

STEPHANIE ARENAS


IN THE DIAMOND WORLD




The Diamond, symbol of power, exclusivity and style, is the most coveted precious stone among women who distinguish themselves for their refined and good taste. It is a luxury that has become the symbol of eternal compromise when a man chooses to place it on a ring that will shine in the hand of the lady whom he wants to conquer for the rest of his life. It’s a fairy-tale-like dream that can turn into a nightmare for those who don’t know how to identify the value of this precious mineral.

And it is precisely the ability to identify and evaluate the precious stones or gems what turns Gemology into an art, and Stephanie Arenas in the youngest gemology expert in New York City. She earned her title at the Gemological Institute of America (GIA) at the young age of 18, and has set precedence in this guild since it is a profession that is 98% dominated by men.

Stephanie was born in Cali, Colombia and at age 5 came in contact with the jewel world. She grew up attending jewelry workshops thanks to her adoptive father, Mr. German Rojas –a recognized Colombian jewel designer- who instilled in her the love for the profession. In 1998, Stephanie and her family traveled to the US to stay; leaving behind years of hard work, but still in contact with some of the jewelry shops where pieces were manufactured at a national level.

The experience and knowledge in this art served her as a base to build a new life in the country of opportunities. This is why, after finishing high school, Stephanie, with the unconditional support from her mother, Venus Orozco, enrolled in the GIA at the city of skyscrapers to obtain her certification as a gemologist.

Earning this degree required certifying 200 diamonds in a period of three weeks, a requirement she fulfilled in two weeks, so she could certify an additional 150 diamonds in the remaining week. This excellent record guaranteed her various business offers from which this extraordinary Colombian has gained the experience she enjoys certifying stones of high carat.

The certification of diamonds, also known as the Kimberly Certification Process, is a contract that forces all participating governments to trace and document the route of export access for each of the raw diamonds in an attempt to legally commercialize these precious stones and denounce all illegal practices, specially the traffic of diamonds in conflict areas. Another function of the certification is to study the four C’s of a diamond: clarity, color, cut and carat weight, which determine the value of a stone. The symmetry, the fluorescence, the cut, the angle of the crown and the finish of the diamond, are other qualities that the gemologist studies before certifying it.

The diamond is a crystallized carbon and will always be appraised based on its characteristics, never for the brand of the jewel in which it is mounted on. So before investing in a precious gem, make sure to obtain the certification through a gemologist, otherwise, you will run the risk of making a bad purchase and losing a lot of money. Another useful tool used in determining the commercial price of diamonds is the Rapaport Diamond Report which determines the real value of the stone before it is commercialized.

I couldn’t pass up the opportunity to ask this expert how one keeps the clarity and brilliance of this stone after so much use. And she answered: “the diamond is the hardest precious gem of the planet and cannot be damaged with another element that is not a diamond; never put away two diamonds together. The life of this stone is the light, so you have to keep it clean. Washing it with hand soap, water, and a soft brush, will keep it luminous.”

Currently, Stephanie and her father are working on their own jewelry line, made with precious and semi-precious stones. Creations that pretty soon will be in the exclusive market of the Big Apple.

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EN EL MUNDO DE LOS DIAMANTES
                                                     

El Diamante, símbolo de poder, exclusividad y estilo, es la piedra preciosa más cotizada entre las mujeres que se distinguen por su finura y buen gusto. Un lujo que se ha convertido en un símbolo de compromiso eterno, cuando un hombre elige ponerlo en la sortija que brillará en la mano de la dama a quien él quiere conquistar por el resto de su vida. Un sueño casi de hadas, que puede convertirse en pesadilla para quienes no saben identificar el valor de este preciado mineral.

Y es precisamente la habilidad de identificar y evaluar las piedras preciosas o gemas, lo que convierte la Gemología en un arte, y a Stephanie Arenas, en la experta gemóloga más joven de la ciudad de Nueva York; titulo que le fue otorgado en el Instituto Gemológico de América (GIA) a la corta edad de dieciocho años, y que ha marcado un gran precedente en este gremio, ya que esta profesión está dominada en un 98%, por hombres.

Stephanie nació en Cali, Colombia. A la edad de 5 años entró en contacto con el mundo de las joyas; creció asistiendo a talleres de joyería, gracias a que su padre adoptivo, el señor Germán Rojas -un reconocido diseñador de joyas colombiano- le inculcó el amor por esta profesión. En 1998, Stephanie y su familia viajaron a los EEUU para quedarse, dejando atrás años de arduo trabajo, pero en conexión con varios de sus talleres de alhajas, en donde se manufacturaban piezas a nivel nacional.

La experiencia y el conocimiento en este arte, le sirvieron como base para edificar una nueva vida en el país de las oportunidades, por eso, al terminar la instrucción secundaria, Stephanie, con el apoyo incondicional de Venus Orozco; su madre, se inscribió en la institución GIA, en la “ciudad de los rascacielos”, para obtener su certificación como Gemóloga.

Obtener este título le requería certificar 200 diamantes en un periodo de tres semanas, exigencia que ella concluyó en dos, para certificar 150 diamantes extras, en la semana restante. Este excelente record, le garantizó varias ofertas de negocio, en los cuales esta extraordinaria colombiana, ha ganado la experiencia de la que goza certificando piedras de alto kilataje.

La certificación de diamantes, también conocida como Certificación Del Proceso De Kimberley es un contrato que obliga a todos los gobiernos participantes, a rastrear y documentar la ruta de acceso de cada uno de los diamantes en bruto para su exportación, con el fin de comercializar legalmente estas piedras preciosas y de denunciar toda práctica ilegal. En especial, el tráfico de diamantes de zonas en conflicto. Otra función de la certificación, es estudiar las cuatro C de un diamante: claridad, color, corte y peso carat, las cuales determinan el costo de la piedra. La simetría, la florescencia, el corte, el ángulo de la corona y el acabado del diamante, son otras cualidades que el gemólogo estudia, antes de certificarlo.

El diamante es un carbón cristalizado y siempre se va a valorar por sus características, nunca por la marca de la joya en la cual está engastado, así que antes de invertir en una piedra preciosa, asegúrese de obtener esta certificación por medio de un gemólogo, de otra forma, correrá el riesgo de hacer una mala compra y de perder mucho dinero. Hay otra herramienta útil que se usa en la determinación de los precios de comercio de Diamantes: La lista de precios Rapaport, la cual determina el valor real de la piedra, antes de ser comercializada.

No podía dejar pasar esta ocasión para preguntarle a esta experta, de qué forma se conserva la sobriedad de esta piedra después de estar en constante uso. A lo que ella me respondió: “El diamante es la piedra preciosa más dura del planeta y no se puede dañar con otro elemento que no sea otro diamante; nunca guardes dos diamantes juntos. La vida de esta piedra es la luz, así que tienes que mantenerla limpia. Lavarla con agua y jabón de manos, con un cepillo suave, lo mantendrá luminoso”

Actualmente Stephanie y su padre, están trabajando su propia línea de joyas hechas con piedras preciosas y semi-preciosas. Creaciones que muy pronto estarán en el exclusivo mercado, de la gran manzana.

Por Lorena Sánchez
Executive Managing Director / Mireya Posada
Editor in Chief / Cesar Florez
LATINO SHOW MAGAZINE

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